Poema para un rey muerto
Esta noche y las mil más que vendrán
Encenderé una vela en tu nombre.
Porque en el temblor del fuego
En las sombras que me rodean
En la soledad de mi respiración
Es ahí donde siento tu presencia
Secreta a los ojos pero brillante a Dios.
Esta noche y las mil más que vendrán
Haré de mi corazón una antorcha
De llamas altas como edificios
Y raíces tan profundas como mis venas
Una antorcha que ondee siempre
Como una bandera de fuego en la noche
Para guiarte de dondequiera estés
A mi corazón que también es tu hogar.
Esta noche y las mil más que vendrán
Encerraré cada recuerdo,
Cada fantasma tuyo
Como luciérnagas que juntas hacen un sol
Porque sin mis fantasmas,
Sólo me queda la vacía noche
Encerraré cada recuerdo,
Cada fantasma tuyo
Como atando la soga de un barco hecho de olvido
A un borroso puerto hecho de memoria
Como encerrando aves vivas de papel
En una jaula con rejas de hirviente fuego.
Esta noche y las mil más que vendrán, hijo mío,
Guardaré todas y cada una de tus cenizas,
De tu corazón que se eleva con el humo,
De tu corazón como una manzana de fuego,
Guardaré todas y cada una de tus cenizas,
Como quien guarda el anillo de un secreto rey
Como quien guarda un puñado de arena bendita
Como quien retiene su último aliento
Como quien retiene un sorbo de agua del Jordán.
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